Vivid Money, el neobanco alemán nacido en la pandemia ha levantado 114 millones de dólares en una ronda de financiación se Serie C liderada por Greenoaks Capital, Ribbir Capital, Softbank y Vision Fund 2. Una ronda de inversión exitosa, una base de datos que quintuplicó usuarios e ingresos que crecieron 25 veces, le ha valido para catapultar su valoración a los 886 millones de dólares.
Hoy por hoy Vivid Money se encuentra activo en cuatro mercados: Alemania, Francia, España e Italia y tienen proyectado llegar a cinco países más para fines del año 2023. El neobanco cuenta con una aplicación de ventanilla única que además ofrecer servicios de gestión de dinero y cuentas corrientes, cuenta con la posibilidad de hacer inversiones en acciones y criptomonedas.
Por otro lado la banca gratuita de Vivid money se basa en la infraestructura de otro proveedor, que se trata de Solarisbank; con esto su plataforma permite a usuarios administrar sus fondos de una manera más personalizada que permite a los clientes dividir su dinero en hasta 15 carteras con diferentes propósitos. De igual manera su incursión dentro de nuevas oleadas como de ETFs y el mercado de las criptomonedas, ha hecho que Vivid se convierte en la primera opción de muchos usuarios.
“Nuestra visión era apuntar a Europa continental, un gran mercado para la inversión y el ahorro. Sabíamos que las finanzas descentralizadas y otros tipos de enfoques de inversión alternativos estaban en auge y que no estaban realmente conectados con el mundo bancario tradicional”.
Artem Lamanov
Podemos ver en Vivid Money una manera de crear un combo de servicios tanto tradicionales como novedosos, en los que usuarios aprenden fácilmente y posteriormente invierten en acciones y divisas a través de su innovadora plataforma. Esta ofrece una gama bastante amplia de opciones, como por ejemplo de 50 criptomonedas, 3,000 acciones y ETF.
“Vimos una gran brecha entre lo antiguo y lo nuevo, por lo que vimos la oportunidad de crear una súper aplicación para brindar a los usuarios acceso a productos que se cruzan entre estos dos mundos”.
Artem Lamanov
