Vaya revuelo que ha causado la propuesta de la Asociación de Bancos de México (ABM) de crear una nueva red doméstica que opere la infraestructura de pagos con tarjeta en el país, que llevaría el nombre de RedM, lo cual ha puesto, para bien, el debate en el escenario público con puntos de vista encontrados y que ponen en evidencia las ineficiencias y barreras que con el paso de los años han impedido que existan mejores condiciones para el usuario final que usa este método de pago en su vida diaria.
En este texto, detallaremos algunos aspectos no dichos sobre dicha propuesta y otros que si bien se han mencionado, la falta de sustento técnico hace que se queden en el aire, como una simple opinión de esas que surgen ante proyectos de tal magnitud, especialmente porque el sector bancario busca mantener el control de un mercado creciente, donde los nuevos jugadores financieros y otros, como agregadores, ya tienen un peso importante.
Contexto
Antes de mencionar qué es este proyecto, es importante detallar el contexto. No cabe duda de que los pagos con tarjeta tanto de crédito y débito han tenido un impulso importante en los últimos años, en parte por el tema de la pandemia y, además, por la entrada de jugadores poderosos que han sabido colocarse entre las preferencias del usuario con una combinación de tecnología y servicio para resolver necesidades puntuales en materia financiera.
Vamos a poner como ejemplo el mes mayo, donde podría pensarse que los pagos con tarjeta tienen un uso dinámico por la temática del Día de las Madres. Durante dicho mes en el 2019, se registraron 343 millones 723,606 operaciones con tarjetas, ya sea de débito y crédito, pero en ese mes del 2024 la cifra ascendió a 839 millones 510,076 operaciones.
Es decir, si comparamos mayo del 2019 contra mayo del 2024, el crecimiento es de poco más de 144%, lo cual refleja la tendencia que se ha tenido al alza sobre el uso de tarjetas tanto de crédito y débito.
Ahora bien, para procesar el pago con una tarjeta existe todo un ecosistema donde convergen los siguientes actores:
- Bancos emisores.
- Adquirentes (bancarios y no bancarios).
- Titulares de marca.
- Cámaras de compensación.
- Agregadores.
Para que funcione todo este ecosistema se necesita una red doméstica, que formalmente lleva el nombre de Red de Medios de Disposición, a la que un análisis realizado por los despachos Tenet Consultores y Conesa & Moreno para Fintech México, la define como:
«La serie de acuerdos, protocolos, instrumentos, interfaces, procedimientos, reglas, programas, sistemas, infraestructura y demás elementos relacionados con el uso de tarjetas como medios de pago»
Actualmente, el procesamiento de pagos con tarjeta se concentra en una sola red, que se conoce como Red Doméstica, la cual está regulada bajo la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros (LTOSF) en aspectos como:
- Términos y condiciones en que se presten servicios relacionados con las Redes de Medios de Disposición.
- Cuotas de Intercambio y comisiones que se cobren directa o indirectamente entre los participantes.
Si bien, en este contexto autoridades como Banco de México y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores tienen facultades para regular estos aspectos, la realidad es que las condiciones de la Red Doméstica se establecen entre los mismos participantes.
Por ejemplo, según el análisis ya referido, las condiciones para la Participación en Redes de pagos con Tarjeta que se aplican a la Red Doméstica se materializan en el Contrato de Intercambio Doméstico y sus aspectos se definen al interior de la ABM, por medio de mesas y comités que operan para tal efecto.
Uno de los puntos álgidos sobre este ecosistema, es el cobro de comisiones, lo cual incluso ha generado señalamientos de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), ya que, por ejemplo, se estima que en México las comisiones pagadas entre los bancos por la operación del sistema de pagos con tarjeta son de 1.36% en promedio, cuando en naciones de Europa dicho porcentaje es de 0.2% y según el Fondo Monetario Internacional, el promedio global se encuentra entre 0.4% y 1.8 por ciento.
¿Qué es la RedM?
En abril pasado, el Comité de Medios de Pago con Tarjeta de la ABM, liderado por Rafael Rojas García, presentó la propuesta de la creación del Operador RedM, el cual busca ser el responsable de elementos característicos de las redes de pagos con tarjeta, específicamente en los siguientes puntos:
- Ofrecerá servicios de higiene de la red.
- Responsabilidad sobre definición y cumplimiento de las reglas operativas y el protocolo; propondrá las cuotas de intercambio al regulador.
- Ofrecerá ciertos niveles de servicio y seguridad, pero se mantiene la compensación y liquidación por medio de las Cámaras de Compensación.
- Diseñar y establecer las reglas y los mecanismos para operacionalizar algunas garantías.
¿Pero por qué una nueva Red? Según la ABM, el principal motivo de esta propuesta es porque el mercado de la Red de Pagos con Tarjeta en México no funciona de manera eficiente, pues las responsabilidades de la red actual están distribuidas entre foros, lo que dificulta la coordinación y toma de decisiones.
Asimismo, el Contrato de Intercambio Doméstico no tiene un único dueño para gestionarlo, por lo cual la oportunidad está en centralizar la administración de reglas, protocolos y arbitraje en un interlocutor único que asegure el buen funcionamiento y crecimiento de la red.
Posicionamientos
Desde su presentación hasta la fecha, han surgido distintos posicionamientos y señalamientos. Primero, el de la misma ABM que en eventos públicos no se ha cansado de repetir los posibles beneficios de este operador, tales como:
* Propiciar la innovación, seguridad y confiabilidad.
* Fortalecer la competencia en el mercado de pagos con tarjeta.
* Abrir un espacio común para la definición conjunta de reglas, gobernanza y evolución a futuro.
Sin embargo, la propuesta contrasta con la visión de aquellos nuevos participantes que han impulsado el uso de tarjetas en los últimos meses. En julio pasado, la asociación Fintech, México, que reúne a más de 180 empresas de tecnología financiera, indicó que presentaría una contrapropuesta para el proyecto de la ABM
La contrapropuesta, que se sustentaría en el análisis de Tenet Consultores y Conesa & Moreno, señalaría que el Operador RedM, mantendría la estructura de la red de pagos en poder de unos cuantos.
Por ejemplo, la estructura accionaria estaría compuesta de la siguiente manera:
* Emisores bancarios 38%.
* Adquirentes bancarios 27%.
* Adquirentes no bancarios15%.
* Emisores no bancarios 10%.
* Agregadores 10%.
«Los participantes bancarios detentarían el 65% de las acciones del Operador, mientras que los no bancarios tan solo contarían con el 35% de las acciones. Esto significa que las entidades bancarias serían titulares de la mayoría de las acciones del Operador, es decir, que ejercerían control sobre la sociedad, lo que les permitiría imponer unilateralmente sus decisiones en Asambleas cuando se requiera una mayoría simple, requiriendo solamente el 1% de las acciones de los demás accionistas para imponer su voluntad», se puede leer en la versión preliminar del análisis, que se compone de 171 páginas.
En el análisis, del cual este textoservidor tiene una copia, se indica que el Operador RedM no es jurídicamente viable, genera distorsiones serias en materia de competencia económica y no resuelve las problemáticas de la red doméstica, ni de la interoperabilidad con otras redes de pago con tarjeta.
Uno de los temas, según el análisis, es que la propuesta de la RedM no atiende el principio de No Discriminación que establece la LTOSF, ya que privilegia la participación de las entidades bancarias dentro del operador y pretende que los jugadores que decidan no participar en él no tengan acceso a la Red de Pagos con Tarjeta.
Otro de los puntos señalados, es que, para la formación de este consorcio, no se invitó ni a las cámaras de compensación ni a los titulares de marca, que son participantes fundamentales en este ecosistema. ¿Por qué? Voces afirman que una de las intenciones no dichas de la RedM es formar una cámara de compensación nueva, que compita con Prosa y E-Global, además de las de Visa y Mastercard.
¿Tomó forma?
Según la propuesta inicial, el capital necesario para la puesta en marcha del operador, proveniente de los accionistas, sería de entre 250 millones y 300 millones de pesos.
En la hoja de ruta prevista, se tenía como límite el pasado 30 de agosto para firmar la carta compromiso vinculante, para que en septiembre de este año se firmara la carta vinculante como tal y se hayan generado los estatutos del operador.
Dentro de los cambios considerados respecto a la propuesta original, está el de que la RedM sea una Asociación Civil y no una Sociedad Anónima, además de incluir a reguladores en el Consejo de Administración.
De aquí a fin de año, se prevé que comience el proceso de implementación, es decir, la recaudación de fondos, el establecimiento e inicio de migración de procesos y supervisar puesta en funcionamiento. Se espera que la operación del proyecto arranque en un lapso de tres años.
Hasta hace algunas semanas, había al menos 56 entidades interesadas en participar en el proyecto, ya sea como accionistas o para ser consideradas en el análisis, incluso algunas que son parte de las asociaciones que han alzado la voz contra la propuesta.
Por ejemplo, del lado de adquirentes no bancarios, encontramos firmas como BroxelPay, EVO, Fiserv, Getnet,Globalpayments, Kushki, Netpay, Serti y Tokapay.
Del lado de agregadores, están firmas como Billpocket, Bzpay, Clip, Banwire, Mercado Pago, Feenicia, PayPal, Konfío, Ualá, entre otros.
Por el lado de bancos, la lista está compuesta por: Actinver, Afirme, BanBajio, Banca Mifel, Banco Autofin, Banco Azteca, Bancrea, Multiva, Bancoppel, Banjército, Bankaool, Banorte, BanRegio, BBVA, Ve por Más, Citibanamex, Compartamos, Hey Banco, HSBC, Inbursa, Invex, Openbank, PagaTodo, Santander y Scotiabank.
En la parte de emisores no bancarios, encontramos a Nu Méxco, Klu, Stori, Credencial Falabella y hasta Liverpool.
Es aquí donde el tema se torna interesante: ¿Quién decidió ser parte del Club de Toby y quién decidió no ser parte de un consorcio que para muchos representa más de lo mismo? Ya lo veremos…