El ecosistema de tecnología financiera (fintech) en México por fin tuvo el reconocimiento público por parte de las autoridades de esta administración federal con la Primera Semana Fintech, organizada por el equipo del subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, y la cual duró tres días y donde, además de las interesantes charlas, hubo algunos mensajes que quisiera destacar.
Desde hace semanas, de la oficina de Ángel Cabrera, de la Unidad de Banca Valores y Ahorro de la Secretaría de Hacienda, se comenzó a convocar con carácter de «urgente» a las cabezas de distintas asociaciones del sector para estructurar la agenda, eso sí, con la prohibición de mencionar de manera pública, en el marco del evento, las áreas de oportunidad para la regulación.
En el primer día, la inauguración tuvo la atención que se buscaba tanto de medios de comunicación como de participantes del ecosistema fintech en México, pues se tenía la participación de funcionarios de Banco de México (Banxico), de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), y otras autoridades, así como representantes de las asociaciones representativas del sector.
El primero en hablar fue Omar Mejía Castelazo, subgobernador del Banco de México, quien puso en perspectiva de cómo las transferencias digitales han crecido de forma importante en el país, lo que es una señal de que cada vez las personas usan un medio electrónico para realizar sus operaciones financieras.
De acuerdo con el funcionario del Banxico, del 2017 al 2022 el número de usuarios que realiza transferencias por Internet aumentó más de 48 millones para alcanzar 81.6 millones de usuarios y el monto de operaciones realizadas por el SPEI ascendió a 504 billones de pesos, más del doble del monto observado en el 2010.
Acompañados de estos números, el representante del banco central dio, entrelíneas, el primer aviso serio: «El alto dinamismo de estos servicios representa un reto regulatorio y las autoridades deben establecer medidas eficientes y flexibles que puedan responder ante los nuevos modelos de negocio protegiendo a los usuarios y a la vez permitiendo un crecimiento orgánico de la innovación».
No descargaré en una reseña de todos los mensajes, pero sí destaco la participación en el acto de inauguración de Marlene Garayzar, fundadora de Stori y representante de la Asociación Fintech México, quien dio cátedra en pocos minutos de cómo la tecnología puede potencializar modelos de negocio y, a su vez, el acceso a servicios financieros tan anhelado y del que tanto tiempo se ha hablado sin tener un gran avance en el país.
«El acceso a servicios financieros mediante la tecnología han comprobado que son el mecanismo perfecto para lograr la verdadera inclusión financiera», destacó una empoderada Garayzar que ha dado muestra de cómo crear servicios financieros ágiles, inclusivos y a la medida de las posibilidades de cada persona.
Y así pasó el acto inaugural, con mensajes importantes, especialmente de Andrea Marvan Saltiel, comisionada presidenta de la Comisión Federal de Competencia (Cofece), así como de Óscar Rosado Jiménez, presidente de la Comisión para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Ambos funcionarios dejaron claro temas que seguramente darán de qué hablar conforme a la evolución del sistema, como son las barreras de competencia que existen dentro y para el sector, así como la obligación de establecer mecanismos de protección al consumidor. (Anoten el tema de Cofece en la agenda de corto plazo).
Revivir algo que no estaba muerto
Y llegó el tan esperado mensaje del subsecretario Yorio González, quien, para sorpresa de muchos (de otros no tanto), fue claro en decir las áreas de oportunidad que tiene la regulación e incluso urgió a algunas autoridades a acelerar ciertas normativas, como el tema de finanzas abiertas (open finance), así como una actualización para los límites de fondeo colectivo.
La nota — como se dice en medios al ángulo más importante de un evento o discurso — fue respecto a la supuesta activación del Grupo de Innovación Financiera, «con el objetivo de fomentar y desarrollar la innovación, la sostenibilidad, la inclusión y la educación dentro del ecosistema de los servicios financieros digitales”.
De acuerdo con la Ley Fintech, el Grupo de Innovación Financiera es la instancia de consulta, asesoría y coordinación que tiene como objetivo establecer un espacio de intercambio de opiniones, ideas, conocimiento entre el sector público y privado con el fin de conocer innovación en materia de tecnología financiera.
Esta instancia se puede conformar hasta por 12 miembros propietarios, principalmente de la Secretaría de Hacienda, de las comisiones supervisoras, del Banco de México, así como participantes del sector privado.
Pero veamos, ¿se puede (re)activar algo que estaba activo? De acuerdo con la solicitud de transparencia 330026323000631, las sesiones — que tienen que ser al menos una vez al año— que ha tenido este grupo hasta el momento son:
· 31 de agosto del 2018.
· 21 de noviembre del 2018.
· 20 de diciembre del 2019.
· 17 de diciembre del 2020.
· 17 de diciembre del 2021.
· 14 de diciembre del 2022.
Recordemos que esta Semana Fintech se dio ya en la última parte de este gobierno e incluso el mismo subsecretario reconoció que es complicado que al finalizar esta administración lleguen los cambios pertinentes a la regulación, pero al menos, se traza el camino… al menos.
Posteriormente, Yorio González declaró que ahora lo nuevo de este mecanismo es que sesionará una vez cada mes y la próxima reunión será el próximo 18 de septiembre.
La cereza en el pastel de los otros datos
Así transcurrieron las conferencias del evento, hasta que llegó el último día, cuando se contó con la participación del doctor Jesús de la Fuente Rodríguez, presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), con un auditorio casualmente lleno, tras el pedimento a cada uno de los vicepresidentes del organismo de tratar de que no hubiera espacios vacíos en el recinto, pese a que se quedaron afuera otras autoridades.
El discurso del «doctor» comenzó con algunos números interesantes, como, por ejemplo: de las 65 Instituciones de Tecnología Financiera (ITF), 63% de las autorizaciones se otorgaron bajo la gestión de De la Fuente Rodríguez. ¿En serio?
Vámonos otra vez a los números. Según las publicaciones del Diario Oficial de la Federación, de las 65 ITF autorizadas, sus oficios de autorización salieron en las siguientes gestiones:
· Adalberto Palma Gómez: 1.
· Juan Pablo Graf Noriega: 47.
· Jesús de la Fuente Rodríguez: 17.
Es decir, 72% de los oficios de autorización de las ITF autorizadas se dio bajo la gestión de Juan Pablo Graf Noriega y 26% con De la Fuente Rodríguez (el resto es de Adalberto Palma).
Entonces ¿por qué se dijo eso? Recordemos que la CNBV aplicó un bicho medio raro llamado Autorización Condicionada, es decir, que, a pesar de recibir el oficio de autorización, las entidades deben de cumplir con ciertos requisitos (especialmente administrativos), para que la autorización les sea publicada en el Diario Oficial de la Federación.
Otro punto que se omitió fue el tema de la supervisión, pues ya con 65 ITF autorizadas debe de haber resultados y se deben de tener identificadas las áreas de oportunidad de cumplimiento del sector, en un contexto donde la vigilancia a este sector acaba de cambiar de área, pero de eso nada… pues mejor se pasó un video sobre el esquema suptech de Comisión, que, dicho sea de paso, es un proyecto que comenzó desde el 2018.
Eso sí, la poca sustancia de la exposición no demeritó la cascada de aplausos y felicitaciones al final de la ponencia.
Y así transcurrió la primera Semana Fintech, un esfuerzo muy pero muy plausible, con poco efecto en las intenciones regulatorias del ecosistema, pero con un reconocimiento que da mayor visibilidad al esfuerzo y trabajo de cada una de las partes que integran este sector. Esperemos que las siguientes semanas, como se dice coloquialmente, tengan más punch.