El 15 de septiembre, día del bicentenario de El Salvador, un grupo de manifestantes salieron a las calles a protestar sobre la adopción de bitcoin como moneda de curso legal y las diversas medidas empleadas por el presidente Nayib Bukele. Fue así que miles de personas se reunieron en San Salvador con carteles cuyo mensaje era claro: «no a la dictadura» y «fuimos defraudados por bitcoin». Aparte de la implementación de la criptodivisa, los manifestantes señalaron los 200 cambios en la constitución por parte del gobierno de Bukele; entre ellos se destaca la eliminación de la prohibición de la reelección presidencial.
Ante esta masiva marcha, el presidente Bukele reaccionó con estas palabras: «Antes de iniciar con el discurso, quiero referirme a los sucesos de hoy en la mañana, donde un grupo de personas salió a las calles para supuestamente luchar por la libertad (…) A los países que no les guste lo que sucede en el El Salvador, que se aguanten».
La marcha fue conformada por un aproximado de 15 mil personas en las calles de la capital de El Salvador. Lo relevante de esto como muestra de rechazo fue que un grupo de manifestantes prendieron fuego al cajero de bitcoin posicionado cerca del Palacio Nacional.
«El Bitcoin es la razón principal por la que protestamos. No pedimos la renuncia del señor Bukele, sino que pedimos que se vaya, ya no lo queremos más (…) El incremento salarial que Bukele ha hecho solo sirvió para que se encarecieran los productos básicos y las familias siguen migrando al extranjero porque aquí no hay oportunidades”, expresó Wilfredo Berríos, vocero del Frente Social y Sindical Salvadoreño (FSS).
Ante esto, los comentarios por parte de figuras políticas no se hicieron a espera, la legisladora de la oposición Claudia Ortiz señaló lo siguiente: “El bitcoin fue una decisión económica muy grande, y se hizo de forma totalmente ilógica, se envió al congreso y se aprobó el mismo día. Estamos atravesando una profunda crisis fiscal con alto costo de vida y desempleo y la respuesta del gobierno, en lugar de una política económica seria, es adoptar el bitcoin como moneda de curso legal.»