Actualmente, surgen cada vez más problemas nuevos que afectan a la gestión financiera. Estos son la consecuencia de la creciente preocupación de los clientes por la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente en los bienes y servicios que compran y consumen, así como por la creciente digitalización.
Ejemplos importantes de estos problemas son la responsabilidad social empresarial (RSE) y los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Asimismo, la Agenda 2030 para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) promovida por Naciones Unidas juega un papel importante en la lucha contra el cambio climático.
La creciente conciencia del calentamiento global y su impacto negativo en el planeta significa que los clientes demandan cada vez más productos ecológicos o respetuosos con el medio ambiente para un estilo de vida más sostenible. Clientes, inversores y administraciones públicas ejercen una presión cada vez mayor sobre las organizaciones para obtener información más transparente sobre el impacto ambiental de sus actividades.
ESG es un tema amplio. Existe una gran cantidad de estándares diseñados para ayudar a las empresas a medir e informar sobre la huella de carbono y otros impactos de sostenibilidad.
¿Qué es ESG (ambiental, social y de gobernanza)?
ESG son las siglas de Environmental, Social, and (Corporate) Governance, las tres amplias categorías o áreas de interés para lo que se denomina «inversores socialmente responsables». Son inversores que consideran importante incorporar sus valores y preocupaciones (como preocupaciones medioambientales) en su selección de inversiones en lugar de simplemente considerar la rentabilidad y / o el riesgo potencial que presenta una oportunidad de inversión.
Tim Mohin es el director de sostenibilidad de Persefoni. Anteriormente, Mohin se desempeñó como director ejecutivo de Global Reporting Initiative; también ocupó puestos de liderazgo en sostenibilidad en Intel, Apple y AMD y trabajó en políticas medioambientales en el Senado de EE. UU. y la Agencia de Protección Ambiental. Es el autor de «Changing Business From the Inside Out: A Treehugger’s Guide to Working in Corporations».
Persefoni es una empresa de SaaS respaldada por empresas que crea las mejores herramientas para que las organizaciones reduzcan su huella de carbono. Fundada en 2020, tiene su sede en Tempe, Arizona, pero opera de forma remota en todo el mundo.
Mohin sostiene que no hay tiempo que perder mientras las empresas intentan averiguar cómo sus estándares ESG son o no efectivos para ayudar al cambio climático. Sostiene que una nueva coalición, PCAF, simplificará las cosas permitiendo la transparencia, la comparabilidad y la responsabilidad por los impactos de carbono de las transacciones financieras para más de 100 instituciones financieras:
Cualquiera que siga el mundo ascendente de ESG (ambiental, social y de gobernanza, también conocido como sostenibilidad) es consciente de la abundancia de estándares de divulgación diseñados para ayudar a las empresas a medir e informar la huella de carbono y otros impactos de sostenibilidad.
Mientras el mundo espera la inevitable consolidación de los marcos de información ESG, ha llegado un nuevo estándar: Partnership for Carbon Accounting Financials (PCAF), y podría ser el más importante hasta ahora en la lucha contra el cambio climático global.
¿Qué es PCAF?
PCAF es una coalición de más de 100 grandes instituciones financieras, incluidos Bank of America, Citibank y Morgan Stanley, que administran colectivamente más de $ 38 billones en activos totales. Trabajando con organizaciones sin fines de lucro orientadas al clima, PCAF desarrolló un enfoque de consenso para evaluar y divulgar los impactos de carbono asociados con préstamos e inversiones. Como estándar de contabilidad de código abierto, permite la transparencia, la comparabilidad y la responsabilidad por los impactos de carbono de las transacciones financieras.
Por ejemplo, cuando un inversor compra acciones de una empresa, básicamente está comprando una parte de su huella de carbono. El estándar PCAF proporciona un método para que el inversor mida, y lo que es más importante, gestione, los impactos de carbono asociados con su cartera de inversiones. El estándar cubre más de un tipo de inversión; incluye fórmulas para asignar el carbono asociado con transacciones en seis clases de activos: acciones y bonos cotizados, hipotecas, préstamos comerciales, préstamos para vehículos de motor, financiamiento de proyectos y bienes raíces comerciales.
El potencial de PCAF
Dado que la comunidad financiera gestiona esencialmente el flujo de capital a través de la economía, puede financiar la transición a una economía con bajas emisiones de carbono. Pero solo pueden hacer esto si tienen visibilidad de los impactos climáticos de sus transacciones financieras, también conocidas como sus «emisiones financiadas».
Un informe reciente de la organización climática sin fines de lucro CDP (anteriormente Climate Disclosure Project) reveló que las emisiones de carbono asociadas con las actividades de inversión, préstamo y suscripción de las instituciones financieras son más de 700 veces más altas que las emisiones de sus propias operaciones. Sin embargo, solo una de cada cuatro empresas de servicios financieros informa sobre estas emisiones financiadas, en parte porque aún no tienen las herramientas, los marcos y la tecnología necesarios para hacerlo. Eso está cambiando gracias a PCAF.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que se necesitan $ 6,9 billones de inversión en infraestructura cada año hasta 2030 para cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. La aplicación del estándar PCAF a las transacciones financieras arrojará luz sobre las inversiones necesarias para financiar la transición de bajas emisiones de carbono.
El poder de PCAF
Si bien el estándar PCAF proporciona una fórmula aceptada para calcular las emisiones financiadas, las empresas de servicios financieros pueden realizar millones de transacciones por año en las que participan una gran cantidad de empresas de todos los sectores industriales. En muchos casos, las transacciones se realizan mediante computadoras y la inversión puede ser a bastante corto plazo.
Se necesita tecnología de la información de vanguardia para integrar el estándar PCAF. Persefoni ha codificado todo el estándar PCAF. Con este tipo de tecnología de la información, los administradores de carteras pueden incorporar los riesgos de carbono en sus algoritmos de inversión. A medida que los modelos incluyan el precio del riesgo de carbono, el seguimiento del capital se desviará hacia una economía baja en carbono.
Las preocupaciones actuales sobre el calentamiento global y los problemas ambientales, así como la importancia de la responsabilidad social empresarial (RSE) y los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) han llevado al surgimiento de diferentes tipos de comportamiento (por ejemplo, lavado verde) y finanzas.
En el entorno actual, el sector financiero juega un papel clave en la lucha contra el cambio climático, ya que tiene la tarea de financiar las inversiones necesarias para transformar nuestra economía en una más sostenible. Esperemos que más empresas se unan al movimiento creando productos y servicios sostenibles que ayuden a promover y financiar el cuidado del medio ambiente.
