México el país donde el efectivo sigue siendo el rey

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Los niveles de inclusión financiera en México han empeorado desde 2018, según muestran las estadísticas oficiales, a pesar de una explosión de nuevas empresas financieras que esperan ‘bancarizar a los no bancarizados’.

Los mexicanos con al menos un producto financiero el año pasado cayeron 0.5% a 67.8% en comparación con 2018, concluyó este mes el Informe Nacional de Inclusión (ENIF). Mientras tanto, el efectivo sigue impulsando el 90% de las transacciones por debajo de los 500 pesos mexicanos ($25), así como el 78.7% de los pagos o facturas por encima de los 500 pesos.

Eso coloca al segundo país más poblado de América Latina muy por detrás de economías similares como India, Kenia y Brasil en términos de inclusión y dependencia del efectivo.

Esto ocurre a pesar de que cientos de fintechs ‘pro-inclusión’ llegaron a México desde 2016, que ofrecen formas más fáciles de registrarse o servicios bancarios sin cargo, incluidos Klar, Kueski Pay, Stori y Albo.

Si bien atraen a millones de usuarios, estas nuevas empresas luchan por mover la aguja en la economía informal de México, dice Maelis Carraro, directora general de la consultora BFA Global.

«Los innovadores de Fintech aún no han desarrollado su potencial para crear soluciones centradas en las comunidades desatendidas», dijo a Reuters, y agregó que las fintech se dirigen principalmente a la élite metropolitana de América Latina, en lugar de a las comunidades rurales más pobres donde la infraestructura bancaria es más necesaria.

Por su parte, las fintech dicen que necesitan más apoyo regulatorio para tener impacto.

«Hasta que más jugadores digitales obtengan [licencia como] bancos, la inclusión seguirá tocando un techo», dijo Juan Guerra, director ejecutivo de Revolut en México.

Los usuarios de Fintech aún necesitan vincular sus cuentas digitales a bancos con licencia, lo que requiere una visita a las sucursales físicas tradicionales, dijo.

Desde que el gobierno introdujo su ‘ley fintech’ en 2018, 58 empresas han sido aprobadas o aprobadas provisionalmente para licencias de pago, según la Asociación Mexicana de Fintech, pero no se han emitido nuevas licencias de banca minorista.

Al mismo tiempo, la proporción de adultos mexicanos con cuentas bancarias aumentó dos puntos porcentuales entre 2018 y 2021 a 49.1 %, mientras que el uso de tarjetas para transacciones más grandes aumentó a un modesto 12.3 %.

Mientras tanto, México sigue atrayendo a startups internacionales como Nubank (NUN.MX), Uala y Revolut, con ambiciosos planes bancarios a gran escala.

La tienda de conveniencia Oxxo (FEMSAUBD.MX) también lanzó una aplicación bancaria en noviembre pasado y dice que ya cuenta con 1.6 millones de usuarios. Los clientes pueden registrarse directamente en las tiendas Oxxo, que son mucho más pobladas a nivel nacional que las sucursales bancarias.

El gobierno mexicano emprendió por separado un proyecto piloto para bancarizar a las mujeres, luego de que la brecha de género para la inclusión financiera se duplicara al 12 % en 2021.

Los funcionarios también están comenzando a otorgar beneficios sociales a través de billeteras digitales o depósitos bancarios, en lugar de efectivo, y también alientan la adopción del sistema de pago móvil del gobierno CoDi, lanzado en 2019.


Los niveles de inclusión financiera en México han empeorado desde 2018, según muestran las estadísticas oficiales, a pesar de una explosión de nuevas empresas financieras que esperan ‘bancarizar a los no bancarizados’.

Los mexicanos con al menos un producto financiero el año pasado cayeron 0.5% a 67.8% en comparación con 2018, concluyó este mes el Informe Nacional de Inclusión (ENIF). Mientras tanto, el efectivo sigue impulsando el 90% de las transacciones por debajo de los 500 pesos mexicanos ($25), así como el 78.7% de los pagos o facturas por encima de los 500 pesos.

Eso coloca al segundo país más poblado de América Latina muy por detrás de economías similares como India, Kenia y Brasil en términos de inclusión y dependencia del efectivo.

Esto ocurre a pesar de que cientos de fintechs ‘pro-inclusión’ llegaron a México desde 2016, que ofrecen formas más fáciles de registrarse o servicios bancarios sin cargo, incluidos Klar, Kueski Pay, Stori y Albo.

Si bien atraen a millones de usuarios, estas nuevas empresas luchan por mover la aguja en la economía informal de México, dice Maelis Carraro, directora general de la consultora BFA Global.

«Los innovadores de Fintech aún no han desarrollado su potencial para crear soluciones centradas en las comunidades desatendidas», dijo a Reuters, y agregó que las fintech se dirigen principalmente a la élite metropolitana de América Latina, en lugar de a las comunidades rurales más pobres donde la infraestructura bancaria es más necesaria.


Por su parte, las fintech dicen que necesitan más apoyo regulatorio para tener impacto.

«Hasta que más jugadores digitales obtengan [licencia como] bancos, la inclusión seguirá tocando un techo», dijo Juan Guerra, director ejecutivo de Revolut en México.

Los usuarios de Fintech aún necesitan vincular sus cuentas digitales a bancos con licencia, lo que requiere una visita a las sucursales físicas tradicionales, dijo.

Desde que el gobierno introdujo su ‘ley fintech’ en 2018, 58 empresas han sido aprobadas o aprobadas provisionalmente para licencias de pago, según la Asociación Mexicana de Fintech, pero no se han emitido nuevas licencias de banca minorista.

Al mismo tiempo, la proporción de adultos mexicanos con cuentas bancarias aumentó dos puntos porcentuales entre 2018 y 2021 a 49.1 %, mientras que el uso de tarjetas para transacciones más grandes aumentó a un modesto 12.3 %.

Mientras tanto, México sigue atrayendo a startups internacionales como Nubank (NUN.MX), Uala y Revolut, con ambiciosos planes bancarios a gran escala.

La tienda de conveniencia Oxxo (FEMSAUBD.MX) también lanzó una aplicación bancaria en noviembre pasado y dice que ya cuenta con 1.6 millones de usuarios. Los clientes pueden registrarse directamente en las tiendas Oxxo, que son mucho más pobladas a nivel nacional que las sucursales bancarias.

El gobierno mexicano emprendió por separado un proyecto piloto para bancarizar a las mujeres, luego de que la brecha de género para la inclusión financiera se duplicara al 12 % en 2021.

Los funcionarios también están comenzando a otorgar beneficios sociales a través de billeteras digitales o depósitos bancarios, en lugar de efectivo, y también alientan la adopción del sistema de pago móvil del gobierno CoDi, lanzado en 2019.

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