Los panameños frustrados han salido a las calles a protestar durante más de una semana, aprovechando la ira por los precios del combustible que casi se han duplicado para mostrar su descontento general con el gobierno.
A medida que continúan las protestas, más grupos de los sectores de la salud pública y la educación, entre otros, surgieron con demandas que van desde mejores condiciones laborales en los hospitales hasta más equipos médicos y mejores salarios.
Las protestas crecieron el miércoles a pesar de que el presidente Laurentino Cortizo ordenó el martes el control de precios de al menos 10 productos de la canasta básica y medidas de «austeridad» en el gobierno, además del congelamiento temporal de los precios de los combustibles.
A medida que continúan las protestas, más grupos de los sectores de la salud pública y la educación, entre otros, surgieron con demandas que van desde mejores condiciones laborales en los hospitales hasta más equipos médicos y mejores salarios.
El descontento social también apuntó a los escándalos de corrupción, el despilfarro de las arcas estatales, los subsidios a los empresarios y la desigualdad histórica de la nación, según expertos.
“Este gobierno se ha caracterizado por su antidemocracia, su antipopularidad y sobre todo, un comportamiento absolutamente antipatriótico”
“La gente ha salido a decir basta”.
Miguel Antonio Bernal – profesor de ciencias políticas de la Universidad de Panamá.
Sube el IPC en junio en Panamá
La tasa de variación anual del IPC en Panamá en junio de 2022 ha sido del 5,2%, 10 décimas superior a la del mes anterior. La variación mensual del IPC (Índice de Precios al Consumo) ha sido del 1,1%, de forma que la inflación acumulada en 2022 es del 4,4%.
Los manifestantes cuestionaron al gobierno por no poner controles de precios a productos que consideran vitales para la alimentación básica, como huevos, verduras y pan en general.
Panamá, un país de 4 millones de habitantes, ha mantenido históricamente una economía basada en servicios bastante estable que utiliza el dólar estadounidense como moneda oficial.
Eso prácticamente ha hecho que la inflación no sea un problema en los últimos tiempos. Ahora los economistas sitúan la inflación en torno al 4%, lo que es significativo pero muy por debajo de algunos otros países de la región, como México, donde ronda el 8%.