El mercado de bonos del Tesoro emitió una señal de advertencia el martes y los inversores se acumularon en activos refugio, evidencia de los temores de una posible recesión que se han apoderado de los mercados mundiales.
Los rendimientos de los bonos del gobierno de EE. UU. a 10 años cayeron por debajo de los bonos a dos años por tercera vez este año. Las llamadas inversiones de la curva de rendimiento han precedido a todas las recesiones estadounidenses en los últimos 50 años, no inmediatamente, sino en los dos años siguientes.
La confianza de los inversores se ha debilitado en los últimos días debido a las señales de que la inflación persistente que ha elevado los precios de los productos, desde el combustible hasta los alimentos, junto con el aumento de los costos de los préstamos a medida que la Reserva Federal eleva las tasas de interés, están afectando más a las empresas y los hogares.
Una encuesta realizada a fines de la semana pasada por el Instituto de Gerencia y Abastecimiento sobre el sector manufacturero de EE. UU. señaló caídas el mes pasado en los nuevos pedidos y el empleo, lo que intensificó las preocupaciones sobre el estado de la economía más grande del mundo.
Un pronóstico del Banco de la Reserva Federal de Atlanta que tiene en cuenta los datos económicos entrantes ahora apunta a una disminución anualizada del 2,1 por ciento en la producción económica de EE. UU. en el segundo trimestre, luego de una caída en el primer trimestre. Una recesión se define típicamente como dos trimestres consecutivos de contracción.
En el Reino Unido, el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, advirtió que “las perspectivas económicas mundiales se han deteriorado notablemente”.
Mientras tanto, el euro cayó a su nivel más bajo en dos décadas cuando los operadores se precipitaron hacia la seguridad del dólar.
“El dólar sigue siendo este principal refugio seguro . . . y ese es un factor que está exacerbando el movimiento [del euro]. La gente quiere dólares en momentos de estrés y ansiedad”, dijo Jane Foley, directora de estrategia de divisas de Rabobank.
Los inversores están reduciendo sus expectativas de aumentos de tasas de la Fed a medida que se oscurece el panorama económico. Los mercados de futuros indican que ahora se espera que el banco central de EE. UU. eleve las tasas de referencia al 3,3 por ciento para principios de 2023, por debajo de las proyecciones de hace tres semanas del 3,9 por ciento.
La tasa de interés de referencia de la Reserva Federal se ubica en un rango de 1,5 por ciento a 1,75 por ciento luego de una serie de aumentos este año.
Los detalles de la reunión de política monetaria más reciente de la Fed, que se publicará el miércoles, pueden dar más pistas sobre hasta qué punto está dispuesta a endurecer la política monetaria. Un informe de empleos de EE. UU. del viernes también señalará el nivel de capacidad en el mercado laboral del país, un criterio que también puede influir en la toma de decisiones de la Fed.
Sin embargo, la desaceleración de la economía estadounidense y los aún agresivos planes de ajuste de la Reserva Federal han suplantado algunos temores de inflación. Los precios del petróleo, un componente crucial de las métricas de inflación, sufrieron el martes sus mayores caídas desde marzo, ya que la preocupación por la demanda golpeó al mercado de materias primas. Brent, la referencia internacional, cayó un 9,5 por ciento a 102,77 dólares el barril, mientras que el marcador estadounidense West Texas Intermediate cayó un 8,2 por ciento a 99,50 dólares.
Los estrategas de materias primas de Citigroup dijeron el martes que una recesión era «cada vez más probable». Dijeron que en ese escenario el precio del petróleo podría llegar a $65 el barril a fines de este año y $45 a fines de 2023, suponiendo que la OPEP y sus aliados no intervengan en el mercado.
La disminución de los riesgos de inflación también llevó al índice Nasdaq Composite al alza, terminando el día con una subida del 1,7 por ciento. El índice está fuertemente ponderado hacia las acciones tecnológicas, que se ven particularmente afectadas por la inflación, ya que gran parte de sus valoraciones se basan en las previsiones de ganancias futuras. El índice bursátil S&P 500 de primera clase terminó el día con una subida del 0,2 por ciento.
