El peso mexicano ha demostrado ser una moneda sensible a los eventos políticos tanto internos como externos. Recientemente, el atentado sufrido por Donald Trump ha generado un aumento en las apuestas a que podría lograr un segundo mandato en la Casa Blanca, lo cual ha afectado considerablemente la cotización del peso. En este artículo, analizaremos el efecto de estos acontecimientos en el peso mexicano, explorando las razones detrás de su volatilidad y las posibles consecuencias futuras.
La reacción inmediata del peso mexicano
El peso mexicano es conocido por su alta sensibilidad a los eventos políticos. Tras el atentado contra Donald Trump, el mercado reaccionó de manera rápida y la moneda sufrió una caída de hasta el 1,3% el lunes, antes de estabilizarse en 17,8 por dólar. Esta reacción se debe a que los administradores de dinero aumentaron sus apuestas a favor de una posible reelección de Trump, lo que generó incertidumbre en el mercado.
El impacto de la retórica electoral de Trump
La retórica de Donald Trump ha sido un factor importante en la volatilidad del peso mexicano. Su discurso proteccionista y su postura anti-inmigración generan nerviosismo entre los inversores, ya que estas políticas pueden afectar directamente la economía mexicana. Además, la amplia propuesta arancelaria del candidato republicano podría provocar caídas repentinas en el mercado de divisas, afectando negativamente al peso.
El contexto interno en México
A pesar de la influencia de la política estadounidense, el contexto interno en México también juega un papel crucial en la estabilidad del peso. Las elecciones recientes en México dieron al partido gobernante de izquierda una supermayoría en el Congreso, lo que ha abierto la puerta a cambios institucionales significativos. Estas posibles reformas en los sistemas judicial, de pensiones y electoral generan incertidumbre entre los inversores, quienes temen que puedan afectar negativamente la economía.
La estrategia del «Trump trade»
La estrategia conocida como “Trump trade” consiste en comprar dólares con la expectativa de que un segundo mandato de Trump llevará a un mayor proteccionismo comercial, altos déficits y presiones inflacionarias. Estos factores pueden afectar negativamente a los bonos a largo plazo y empinar la curva de rendimientos del Tesoro estadounidense, perjudicando al peso mexicano. Esta estrategia ha sido adoptada por muchos inversores, contribuyendo a la debilidad de la moneda mexicana.
La perspectiva de los analistas
Los analistas financieros tienen opiniones divididas sobre el futuro del peso mexicano. Aroop Chatterjee, estratega macro de Wells Fargo, se muestra pesimista sobre las perspectivas del peso si Trump es reelegido. Por otro lado, Thierry Wizman, director de divisas globales y estratega de tasas de interés de Macquarie Futures, opina que si México no adopta políticas radicales para disuadir la inversión, el peso podría mantenerse estable. Además, durante el primer mandato de Trump, el peso logró recuperarse frente al dólar, lo que sugiere que las políticas comerciales de Trump podrían tener un impacto menos severo de lo anticipado.
En conclusión, el peso mexicano se encuentra en una situación de alta volatilidad debido a una combinación de factores internos y externos. La posibilidad de un segundo mandato de Donald Trump y los cambios políticos en México generan incertidumbre en el mercado, afectando negativamente a la moneda. Sin embargo, es importante considerar que las políticas de Trump podrían no ser tan perjudiciales en la práctica y que el contexto interno de México también jugará un papel crucial en la estabilidad del peso. Los inversores y analistas deben mantenerse atentos a estos factores para tomar decisiones informadas sobre el futuro de la moneda mexicana.
