En las últimas semanas, muchas cosas se han escuchado sobre la minería de bitcoin. El cierre de varios centros mineros ha llamado la atención de muchos países que quieren adoptar la industria; sin embargo el hashrate total de la red de Bitcoin se encuentra en 101,9 TH/s. Siendo esta la caída mas grande de su historia, disminuyendo un 25% en las últimas 24 horas y un 60% en su máximo histórico.
¿Qué es el Hashrate?
Recordemos que la red de minería funciona en base al PoW (proof of work), el cual se basa a un consenso distribuido en el que múltiples nodos se encargan de validar y registrar cada transacción resolviendo hashes. Dicho esto, el hash rate es una unidad que hace referencia a la potencia del cálculo de un minero de criptomonedas para brindar soluciones en función a un hash criptográfico en específico.
Primero que nada, es prudente hacer una reflexión respecto a los últimos acontecimientos. Un factor clave de esta caída del hashrate se desató semanas atrás cuando los gobiernos locales de Changji y Xinjiang (China) ordenaran el cierre completo de las actividades de minería de bitcoin; esto haciendo que el hashrate total de la minería cayera un 25% (en ese momento) en Antpool.
Tenemos que tomar en cuenta que lo que realice China respecto a la industria de minería, tiene un impacto vital debido a que el gigante asiático aloja aproximadamente un 60% del poder de minado de bitcoin. Cualquier acción por parte de China, no es casualidad; están desarrollando el funcionamiento de su criptomoneda emitida por su banco central. Esto brindando al gobierno un mayor control sobre los movimientos y carteras de su población, es así que la idea de un sistema descentralizado, privado y transparente no les causa mucha gracia.
Esto en palabras de un referente como Michael Saylor (CEO de MicroStrategy), lo califica como «un error de un billón de dólares»:
“China tenía el 50% de la participación de mercado de Bitcoin y estaban generando 10 mil millones de dólares al año, en un negocio que estaba creciendo al 100% anual, año tras año”.
Es así que múltiples países levantan la mano para ser adoptar esta industria. Tales como Miami de la mano de su alcalde Francis Suárez o países con tarifas de luz sumamente tentadoras como el caso de Kazajistán que cuenta con un gobierno que apuesta a esta industria y que grava un 15% de las ganancias de los mineros.
Sin embargo el efecto ocasionado por China, sigue causando problemas al ecosistema. Uno de estos problemas son las comisiones de la red que aumentaron su costo por transacción. Otro problema es la lentitud de la red, pues se estima que los tiempos de confirmación de bloques están promediándose igual de lento que en el 2010; año en el que no habían muchos nodos en la red para validar transacciones.
Para finalizar, debemos estar atentos a los próximos pronunciamientos por parte de diversas naciones alrededor del mundo respecto a la minería. Al día de hoy, no todas son malas noticias para la industria minera al tener tantos «pretendientes» para ser sede; será cuestión de esperar y ver en qué termina esta «crisis» de minería.