El sector fintech en México se encuentra en una encrucijada crítica debido a la falta de condiciones de competencia en el mercado de procesamiento de pagos con tarjeta. La dominancia de E-Global y Prosa, propiedad conjunta de ocho bancos, ha suscitado preocupaciones sobre la necesidad de regulaciones pendientes que no solo impulsen la competencia sino que también permitan la implementación de prácticas financieras abiertas. En este artículo, exploraremos los desafíos regulatorios que obstaculizan el crecimiento del sector fintech en México, analizando la importancia de la colaboración entre entidades financieras y reguladores para desbloquear el potencial de la innovación fintech.
El estancamiento regulatorio en México ha generado un escenario donde las normativas pendientes para la regulación de financieras tecnológicas, las finanzas abiertas y la competencia en el procesamiento de pagos, están frenando el desarrollo del sector fintech. La presidenta de la Asociación de Agregadores de Medios de Pago (Asamep), Myriam Cosío, destaca la necesidad de un esfuerzo conjunto entre disruptores fintech, reguladores y la industria tradicional para superar estas barreras y aprovechar las oportunidades derivadas de la relocalización de empresas.
La falta de condiciones de competencia en el mercado de procesamiento de pagos con tarjeta es un tema destacado. E-Global y Prosa, las dos cámaras dominantes, han llamado la atención de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y de la Asociación Fintech México, quienes coinciden en la urgencia de abordar este problema. La colaboración entre entidades del sector financiero es vista como clave para impulsar la penetración de servicios financieros en la población, según Estephany Ley, jefa de banca minorista en Coppel.
Otro aspecto crítico es la necesidad de actualizar las reglas secundarias para la implementación de las finanzas abiertas, contempladas en la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera. Este paso es esencial para fomentar la interoperabilidad y facilitar la colaboración entre actores del sector. La colaboración, según Ley, debe provenir de diferentes gremios, ya que esperar la innovación exclusivamente de la autoridad puede resultar limitado.
Escenario y Oportunidades:
El director ejecutivo de Open Finance 2020, Mario Hernández, destaca que la política pública debe ser una prioridad para atender las demandas del sector fintech, especialmente en un momento en el que la relocalización de empresas presenta oportunidades significativas. La modernización y la tasa demográfica de México ofrecen un potencial para liderar en servicios financieros en América Latina, pero este potencial solo se realizará con un respaldo regulatorio y político efectivo.
Eduardo Santillán, director de Verifone, resalta la importancia de aprender de otros países que han avanzado en la adopción de servicios digitales. La colaboración entre los sectores público y privado es esencial para lograr la interoperabilidad y facilitar la adopción de diversas herramientas de pago, como los códigos QR y los métodos de «compre ahora, pague después». El camino hacia la modernización y la eficiencia en el sector financiero mexicano requiere una combinación de esfuerzos y aprendizaje de las mejores prácticas a nivel internacional.
En conclusión, la encrucijada regulatoria actual del sector fintech en México requiere una acción concertada de reguladores, empresas financieras y actores del mercado. La falta de condiciones de competencia y las normativas pendientes han ralentizado el desarrollo de un sector que tiene el potencial de transformar la forma en que los mexicanos acceden y utilizan servicios financieros. La colaboración, la actualización normativa y la adopción de prácticas innovadoras son elementos clave para desbloquear el verdadero potencial del sector fintech en México. Solo a través de un enfoque integral y colaborativo se puede superar la encrucijada regulatoria y permitir que el sector fintech florezca en beneficio de la economía y la sociedad mexicanas.
