Squid, la criptomoneda inspirada en la popular serie de Netflix cuyo precio llegó a los 3 mil dólares y dramáticamente cayó a los 0.0007. Su concepto es conocido como el «play to earn», que consiste en que la gente compre tokens para jugar videojuegos que les recompense con más tokens. Claro que tratándose de criptos, estos podrían ser cambiados por dinero fiduciario.
Si bien la criptomoneda nunca causó buenas impresiones, pues en palabras de los creadores «Cuantas más personas se unan, mayor será la bolsa de recompensas». Esto haciendo referencia a una cuota de inscripción para entrar y señalando que el 10% de dichas cuotas serían para los desarrolladores y el 90% para el ganador final.
Por otro lado, las dudas y la incertidumbre empezaron a zonar cada vez más ya que muchos usuarios reportaron no poder revender sus tokens en Pancakeswap. Esto es confirmado en CoinMarketCap con la siguiente leyenda:
«Hemos recibido varios informes de que el sitio web y las redes sociales ya no funcionan y los usuarios no pueden vender este token en Pancakeswap. Existe una creciente evidencia de que este proyecto ha sido difícil. Por favor, haga su propia diligencia debida y tenga mucho cuidado. Este proyecto, aunque está claramente inspirado en el programa de Netflix del mismo nombre, NO está afiliado a la IP oficial.»
Su sitio web, encima contaba con numerosos errores de tipografía en su página y actualmente dicho sitio web se encuentra fuera de línea. De igual manera expertos señalan que el hecho que la gente no pudiera vender el token dentro de tres años hace que se trate de una práctica denominada «tirón de alfombra».
Un último hecho que generaba dudas era el hecho que el juego tenía un nulo soporte por parte de Netflix para la cripto, esto aunado al hecho que el CEO de Squid Game, David Kanny ni siquiera tiene un usuario en LinkedIn.
