Balazo: Finanzas populares
Sumario: Desde junio del 2013, la entidad recibió el aval del regulador; sin embargo, nunca se le dio el permiso para iniciar operaciones como tal y funcionaba como entidad básica
Fernando Gutiérrez
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha cerrado uno de los capítulos dentro del sector de finanzas populares, pues ha revocado el aval de la única sociedad financiera comunitaria (sofinco) autorizada, SMB Rural, misma que se autorizó en el 2013 pero nunca le obtuvo el permiso del regulador para iniciar operaciones.
Fue en junio del 2013, en el periodo de Jaime González Aguadé como presidente de la CNBV, cuando esta autoridad otorgó el aval a SMB Rural para organizarse y funcionar como sofinco al amparo de la Ley de Ahorro y Crédito Popular (LACP); sin embargo, la autoridad nunca tuvo la intención de autorizar sus operaciones al no acreditar que cumpliera con toda la regulación al respecto.
Este 26 de enero, la CNBV que preside Jesús de la Fuente Rodríguez, por medio de la Secretaría de Hacienda, publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF), el oficio por el cual revoca la autorización otorgada a SMB Rural, con fundamento en los artículos 37 y 46 Bis de la LACP.
«Con objeto de dar cumplimiento a los ordenamientos legales en cita, se dicta la presente resolución de revocación de la autorización para continuar operando como Sociedad Financiera Comunitaria, que en su momento le fue otorgada a la sociedad denominada SMB RURAL, S.A. DE C.V., S.F.C.», se puede leer en el oficio publicado en el DOF.
El artículo 37 de la LACP establece que si la entidad no inicia operaciones dentro de los 30 días hábiles, después de que fue notificada su autorización, la CNBV puede revocar dicho aval, previo la opinión de la federación de supervisión auxiliar que vigila a la institución.
Según los datos oficiales, SMB Rural contaba al cierre del tercer trimestre del 2023 con 107,103 socios, 33 sucursales distribuidas principalmente en Oaxaca, Puebla y Chiapas, así como activos del orden de los 216 millones de pesos.
Su nivel de capitalización, al cierre de septiembre pasado, era de -140%, por lo que se deduce que prácticamente estaba insolvente.
Pleitos legales
Pese a no haber recibido el aval de la autoridad para comenzar operaciones como sofinco, esta entidad operaba en el nivel básico, es decir, que no requería del permiso del regulador para operar y podía funcionar sin estar supervisada por la CNBV.
En este escenario, la sofinco generó arraigo en las comunidades que opera, debido a la falta de servicios financieros formales en ellas.
Fue en septiembre del 2017, cuando se hicieron señalamientos a la entidad por un conflicto interno entre sus accionistas. En ese entonces, la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social (Amucss), uno de los accionistas, señaló a la administraciónencabezada por Urbino Martínez Cortés y José Daniel Trejo Sotelo de lucrar con los ahorros de los socios de la institución.
Sin embargo, en ese momento la administración negó dichos señalamientos y se defendió bajo el argumento de que las acusaciones eran falsas y carentes de evidencias legales; siete años después la entidad es revocada por la autoridad.
Las sofincos están previstas en la LACP y son entidades que promueven el ahorro y apoyo creditico para el desarrollo productivo del sector rural, además de que pueden recibir donativos apoyo gubernamental.
Según datos de la Amucss, en la actualidad existen 30 sofincos básicas en operación, que atienden a más de 222,000 socios y suman alrededor de 1,300 millones de pesos en activos. SMB Rural era la única entidad autorizada y ahora, según lo publicado en el DOF, tiene que entrar en un estado de disolución y liquidación, sin que sus socios puedan acceder al seguro de depósitos.
