A lo largo de la historia la economía mundial se ha regido por diversos activos; entre estos podemos destacar el patrón plata pero más que nada el patrón oro. Hoy por hoy en una era digital y un mundo globalizado, la necesidad de un activo que resuelva los problemas que radican en las coincidencias de escala, tiempo y ubicación se ha vuelto vital y necesaria. Dicho esto, no es una sorpresa que Brasil esté considerando adoptar bitcoin dentro de sus reservas; esto a través de un portal disponible para cualquier residente que tenga el fin de proponer cambios o sugerir cambios en las que estén vigentes.
Es así que la propuesta fue sugerida por un ciudadano que acudió al portal de ideas legislativas del Senado de Brasil. Su nombre es Gustavo Gomes, ciudadano del estado de Bahía el cual cree que la nación sudamericana debería destinar entre un 5% y 10% del suministro en la criptomoneda. En palabras del ciudadano, «nuestro país necesita estar al día con esta evolución tecnológica de las criptomonedas. No podemos quedar por fuera».
De momento la propuesta de Gomes va por buen camino, al ser publicada dentro del portal. Una vez publicada la propuesta, deberá permanecer en dicho portal por un lapso de 4 meses para recibir apoyo de otros ciudadanos. Por consiguiente, la propuesta de adoptar bitcoin dentro de la reserva deberá reunir un total de 20.000 votos. De momento la propuesta cuenta con menos de 40; sin embargo tiene hasta el 19 de octubre para reunir los votos restantes.
Un poco de historia.
En el año 1944, la economía tuvo un giro a nivel mundial. Estados Unidos convocaría en New Hampshire una reunión con todos los representantes de sus aliados en Bretton Woods. En dicha reunión Harry Dexter White saldría victorioso con un plan en el que Estados Unidos sería el centro el sistema monetario mundial, otros bancos centrales utilizarían dólares como moneda de reserva global y sus respectivas divisas serían convertibles a dólares a un tipo de cambio fijo, mientras que el dólar lo sería con el oro a una tasa de cambio fija.
Dicho a pacto en palabras amenas, consistía en aparejar el dólar con el oro. Esto haciendo una racional, ordenada y estructurada emisión debido a que cada billete debía estar respaldado. Con dicho orden, se vivió una de las etapas más estables y descritas por nuestros abuelos y padres como los «años maravillosos».
Como toda historia feliz, no tardó en llegar el clímax. Fue así que un 15 de agosto de 1971 de la mano de Richard Nixon, se anunció en fin del acuerdo de Bretton Woods. En gran parte, podemos atribuirle a esta fecha los actuales problemas del actual desorden financiero mundial.
Fue así que a partir de finales de los 60´s, Estados Unidos faltó a su compromiso de emitir en orden los billetes y se empezó a desatar un desabasto del oro. Sin más, Nixon fue a quien le tocó romper el acuerdo. Tras romper estos acuerdo, estaríamos hablando de dejar a un niño en una dulcería; un escenario en el que no habría parámetros de control y la emisión excesiva de billetes sin sustento nos llevarían a la situación actual.
Es así que extinguir estos controles, permitió el masivo aumento de flujos de capital que comenzaron a desplazarse por el mundo, esto a través del valor fiduciario. Un valor derivado de la especulación y haciendo cada vez que el billete verde pierda valor material y valor moral o en su defecto credibilidad.
