El presidente López Obrador acusó al gobierno de Estados Unidos de “interferencia abusiva” y espionaje luego de que la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos revelara que se había infiltrado en el Cártel de Sinaloa.
El Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés) anunció el viernes que abrió los cargos contra 28 miembros de alto rango del Cartel de Sinaloa, incluidos tres conocidos como “Los Chapitos”, los hijos del ex líder del Cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La administradora de la DEA, Anne Milgram, dijo en una conferencia de prensa que la DEA “se infiltró de manera proactiva en el Cartel de Sinaloa y la red Chapitos” durante el último año y medio. La agencia de aplicación de la ley “obtuvo un acceso sin precedentes a los niveles más altos de la organización y los siguió en todo el mundo”, dijo.
Milgram también dijo que los Chapitos, uno de los cuales es Ovidio Guzmán, recientemente detenido, “fueron pioneros en la fabricación y el tráfico de fentanilo… lo inundaron en los Estados Unidos durante los últimos ocho años y mataron a cientos de miles de estadounidenses”.
López Obrador dijo el lunes que la DEA llevó a cabo su operación de infiltración en México sin la autorización de las autoridades federales. Se comprometió a plantear el tema con los Estados Unidos.
“No puede haber agentes extranjeros en nuestro país, no. Podemos compartir información, pero quienes pueden intervenir [en México] son elementos del Ejército Mexicano, la Armada, la Guardia Nacional y la Procuraduría General de la República”, dijo.
López Obrador dijo que la infiltración de la DEA en el Cártel de Sinaloa en México equivalía a una “injerencia arrogante” y “abusiva” que “no debe aceptarse bajo ninguna circunstancia”.
“¡Cómo pueden estar espiando! … No se pueden utilizar actos de espionaje”, dijo.
“No es el mismo tiempo que antes. Ya lo dije aquí, durante el gobierno de Felipe Calderón… [Estados Unidos] trajo todo menos el fregadero de la cocina al país; se les permitió [a]. Tuvieron una relación demasiado intensa con la Secretaría de Marina y llegó un momento en que no fue de cooperación sino de subordinación de la… marina a las agencias de Estados Unidos”, dijo López Obrador.
Dijo que el Departamento de Estado y el Departamento de Justicia de Estados Unidos necesitan “poner las cosas en orden” porque “está todo muy flojo”.
El presidente cuestionó cómo el gobierno de Estados Unidos podría “confiar ciegamente” en los agentes de la DEA cuando “está comprobado que muchos de ellos —o algunos, para no exagerar— mantienen, o mantuvieron, vínculos con el crimen organizado”.
López Obrador citó específicamente el caso del ex alto funcionario de la DEA en México, Nicolás Palmeri, quien fue destituido el año pasado por contactos indebidos con abogados de narcotraficantes.
También habló sobre los vínculos del gobierno de Estados Unidos con Genaro García Luna, exsecretario de seguridad federal de México bajo el expresidente Felipe Calderón. García Luna fue condenado en Nueva York por cargos de narcotráfico en febrero.
La condena de López Obrador a la “injerencia” del gobierno de Estados Unidos en México se produce pocos días después de que altos funcionarios de los dos países se reunieran en Washington D.C. para discutir la cooperación bilateral en seguridad, especialmente los esfuerzos conjuntos para combatir el tráfico de drogas sintéticas y armas de fuego.
El presidente dijo que la operación de infiltración no autorizada de la DEA en México no afectaría la cooperación en materia de seguridad en curso, pero reprendió al gobierno de Estados Unidos por perpetuar sus “malos hábitos” del pasado.
Dijo el mes pasado que el gobierno de EE. UU. cree que es “el gobierno del mundo”, pero ha evitado criticar directamente al presidente Joe Biden.
