El panorama financiero digital en México se tambalea con la noticia reciente de que RappiCuenta, la propuesta bancaria de Rappi, cerrará sus operaciones en el país durante 2024. Este anuncio ha tomado por sorpresa a los usuarios, quienes han recibido correos electrónicos informando sobre el cese de operaciones y proporcionando pautas para el retiro de fondos antes de la fecha límite, el 11 de febrero.
RappiCuenta, una plataforma de banca digital que ofrecía servicios de débito y otras funcionalidades similares a las de las fintech líderes en la región, se despide de México. Aunque esta noticia ha generado incertidumbre entre sus usuarios, se destaca que la tarjeta de crédito asociada, conocida como RappiCard, no se verá afectada y continuará operando normalmente. Con una rentabilidad efectiva anual de hasta el 10%, RappiCuenta buscaba posicionarse como una opción atractiva en el competitivo mundo de las fintech.
El correo electrónico enviado a los usuarios también señala que, a partir del 2 de enero, no se podrán recibir más depósitos en RappiCuenta. Además, se insta a los usuarios a saldar cualquier deuda asociada a través de la mencionada tarjeta, utilizando el número CLABE de la cuenta. Este movimiento plantea preguntas sobre el futuro de la banca digital en México y sobre cómo esta decisión afectará a los usuarios que confiaron en RappiCuenta para sus transacciones diarias.
Rappi, que comenzó como un servicio de entrega de alimentos, se ha expandido enormemente en el último tiempo, ofreciendo una amplia gama de servicios, desde transporte hasta entregas farmacéuticas. Sin embargo, el cierre de RappiCuenta en México sugiere que no todos los experimentos financieros han tenido el éxito esperado. En un mercado donde la competencia es feroz, este movimiento plantea interrogantes sobre la viabilidad y sostenibilidad de las ofertas de banca digital, incluso para jugadores tan establecidos como Rappi.
Es importante destacar que, según cifras de finales de 2022, Rappi tiene más de 30 millones de usuarios activos al mes en los nueve países de América Latina donde opera. Aunque el cierre de RappiCuenta parece ser una estrategia específica para México, es relevante observar cómo esta decisión podría influir en otras regiones donde Rappi tiene presencia. Además, es crucial analizar cómo esta movida afectará la confianza de los usuarios en servicios similares y qué lecciones se pueden extraer para el futuro de la banca digital en la región.
El cierre de RappiCuenta marca el fin de un capítulo en la historia de la banca digital en México. Este suceso plantea preguntas sobre la adaptabilidad de estos servicios a las dinámicas del mercado mexicano y destaca la importancia de entender las necesidades y expectativas de los usuarios en el sector financiero. A medida que avanzamos hacia un mundo más digital, con una competencia creciente en el espacio de las fintech, es esencial aprender de experiencias como estas para fortalecer la confianza de los usuarios y construir soluciones financieras que perduren en el tiempo.